La firma y actualización de tratados de libre comercio (TLC) entre regiones estratégicas ha impulsado un crecimiento significativo del comercio exterior en América Latina y Europa. Estos acuerdos han abierto puertas hacia nuevos mercados, han estimulado inversiones extranjeras y han dinamizado sectores clave como el agroindustrial, el textil y la manufactura. Sin embargo, más allá del entusiasmo que generan estas oportunidades, surgen también preguntas importantes: ¿están las empresas realmente preparadas para enfrentar las exigencias que implican estos tratados? ¿Qué riesgos logísticos y asegurables podrían estar pasando desapercibidos? 

Los TLC no solo reducen aranceles o eliminan barreras comerciales, también traen consigo un marco normativo mucho más complejo, tiempos logísticos más exigentes y nuevas obligaciones en cuanto a documentación y trazabilidad. En este artículo exploramos cómo estos acuerdos transforman el panorama del transporte internacional y qué deben tener en cuenta los exportadores e importadores para aprovecharlos de forma segura y rentable. Si operas en comercio exterior, esta información puede marcar la diferencia entre crecer… o exponerse. 

Los TLC como catalizadores del comercio global

Acuerdos como el T-MEC (México–EE.UU.–Canadá), el Acuerdo de Asociación UE–Centroamérica o el Tratado MERCOSUR–Unión Europea han facilitado el acceso a nuevos mercados, impulsando sectores clave como manufactura, tecnología, alimentos y textiles. Este dinamismo comercial ha generado un aumento en la circulación de mercancías, la diversificación de rutas y una mayor presión sobre los tiempos logísticos. 

Países como México, España, Costa Rica, Perú y Colombia han sido actores relevantes en esta evolución, adaptando su infraestructura y normativa para integrarse activamente en estos corredores comerciales. No obstante, la rapidez del intercambio comercial también expone a empresas a nuevas responsabilidades en términos de cumplimiento, documentación, gestión de riesgos y seguros de carga internacional. 

Para los exportadores, esto significa tener un conocimiento detallado de las reglas de origen, requisitos fitosanitarios, regulaciones aduaneras y exigencias contractuales específicas según el destino. Para los importadores, implica garantizar que sus proveedores cumplan con todos los criterios del TLC correspondiente, ya que cualquier falla puede traducirse en sanciones, retrasos o pérdida de beneficios arancelarios. En ambos casos, contar con asesoría especializada y soluciones de aseguramiento adaptadas a este nuevo escenario resulta clave para mantener la competitividad y evitar sorpresas costosas. 

Retos logísticos y asegurables derivados de los TLC

Aunque los tratados reducen aranceles y barreras de entrada, muchas veces exigen el cumplimiento estricto de normas de origen, certificaciones y tiempos de tránsito. En consecuencia: 

  • Las cadenas logísticas deben ser más eficientes y transparentes. 
     
  • Los operadores enfrentan penalizaciones por incumplimientos o retrasos. 
     
  • Las empresas requieren pólizas de seguro de carga que contemplen exigencias contractuales más complejas y coberturas logísticas multimodales. 

Además, el aumento del comercio intercontinental implica rutas más largas, mayores escalas y exposición a incidentes como demoras, pérdidas o daños en tránsito. Las pólizas deben adaptarse a estas realidades, con coberturas personalizadas según el tipo de producto, país de destino y condiciones logísticas del tratado correspondiente. 

¿Qué deben considerar los exportadores e importadores?

Para enfrentar con éxito los retos y beneficios que implican los tratados comerciales, exportadores e importadores deben comenzar por realizar un diagnóstico integral de su operación. Esto incluye revisar la trazabilidad documental de sus productos, verificar el cumplimiento de las normas de origen y entender las implicaciones fiscales, sanitarias y técnicas de cada acuerdo. Muchos tratados exigen un manejo detallado de certificados, procesos de inspección y validaciones que, de no cumplirse, pueden traducirse en pérdida de beneficios arancelarios o incluso sanciones. 

También es fundamental revisar las coberturas de seguros actuales: ¿están adaptadas a escenarios de tránsito multimodal? ¿Incluyen protección ante desvíos o reexportaciones forzadas? ¿Cuentan con respaldo ante demoras por trámites aduaneros? Trabajar de la mano con asesores especializados en comercio exterior, logística internacional y gestión de riesgos no solo garantiza cumplimiento, sino también eficiencia, ahorro de costos y mayor competitividad frente a nuevos mercados. 

JAH Insurance Brokers y su compromiso con el comercio global

En JAH Insurance Brokers acompañamos a exportadores e importadores de América Latina y Europa con soluciones especializadas en seguros de carga internacional. Conocemos los desafíos que implican los TLC y ofrecemos pólizas ajustadas a cada operación, considerando tanto los requisitos legales como los riesgos logísticos asociados. 

Además de nuestras pólizas, ofrecemos asesoría técnica continua, ayudando a las empresas a interpretar cláusulas contractuales, identificar puntos críticos de riesgo en sus operaciones logísticas y optimizar sus coberturas para evitar pérdidas no previstas. Nuestro equipo de expertos entiende que el comercio internacional es dinámico y complejo, por eso trabajamos contigo para adaptar tus seguros a cada cambio normativo, operativo o geopolítico que pueda surgir. 

¿Tu operación comercial está alineada con las exigencias de los TLC y protegida ante los riesgos del comercio exterior? Te ayudamos a asegurar cada etapa del camino. 

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La reciente orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha anunciado la aplicación de aranceles recíprocos generalizados a más de 180 países. Esta medida tiene como objetivo igualar las tasas arancelarias que otros países imponen a productos estadounidenses, y forma parte de una estrategia para reducir el déficit comercial de EE.UU., que se encuentra en niveles históricamente altos. 

La decisión ha generado un remezón en el comercio internacional, afectando de manera directa las cadenas de suministro globales y las relaciones comerciales bilaterales. Más allá del impacto inmediato en los costos, esta medida también obliga a los exportadores e importadores a reestructurar estrategias, ajustar contratos y replantear rutas logísticas frente a un entorno comercial más proteccionista. 

Impacto en exportadores latinoamericanos

Países como Colombia, Perú, Ecuador, México y varias naciones de Centroamérica han sido incluidos en esta nueva política con una tarifa uniforme del 10% sobre las exportaciones hacia el mercado estadounidense. Si bien este arancel representa un reto, su magnitud es considerablemente menor en comparación con otros países altamente penalizados, como Camboya (49%), Laos (48%) o Vietnam (46%), lo que posiciona a América Latina en una situación competitiva frente a estas economías asiáticas. 

En el caso de Perú, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) emitió un comunicado oficial confirmando que el país ha sido incluido con un arancel del 10% y que esta medida no es específica contra la nación, sino parte de una política de carácter global. El gobierno peruano ha activado mesas de trabajo para evaluar estrategias de mitigación, articular acciones con autoridades estadounidenses y brindar herramientas a los exportadores para mantener su presencia internacional. 

Sectores sensibles y vulnerables

Los aranceles impactan especialmente a productos como confecciones, calzado, textiles, bicicletas y alimentos procesados, rubros con alto volumen de exportación desde América Latina hacia EE.UU. Las pequeñas y medianas empresas exportadoras podrían verse obligadas a absorber parte del costo adicional o renegociar contratos, afectando su rentabilidad. 

Sin embargo, los países latinoamericanos también se ven beneficiados indirectamente por esta coyuntura. Dado que países asiáticos clave enfrentan aranceles de hasta 49%, EE.UU. podría redirigir parte de su demanda de importaciones hacia socios más competitivos en términos arancelarios, como Colombia, Perú, México y Guatemala. Esto abre una ventana de oportunidad para sustituir proveedores afectados y ganar participación de mercado. 

Una oportunidad estratégica para la región

En este contexto, América Latina debe posicionarse como un socio estratégico para suplir productos que ahora enfrentan barreras más altas desde Asia. Sectores como el textil, el agroindustrial, el calzado y los bienes de consumo pueden fortalecer su presencia en el mercado estadounidense si se articulan cadenas logísticas eficientes, se garantizan condiciones de calidad, cumplimiento regulatorio y se cuenta con esquemas de aseguramiento adecuados. 

Un ejemplo claro se presenta en la industria del calzado. Mientras Vietnam enfrentará un arancel del 46%, países como Colombia o México podrían convertirse en proveedores alternativos para el mercado estadounidense. Si estos países logran adaptar rápidamente sus capacidades productivas, optimizar sus tiempos de entrega y cumplir con estándares exigidos por EE.UU., tienen el potencial de capturar una porción del mercado que antes dominaban sus competidores asiáticos. 

Este tipo de oportunidades requiere de una estrategia integral entre el sector privado y los gobiernos, donde se incentive la inversión, se facilite el acceso a financiamiento para exportadores y se fortalezcan los seguros logísticos. De esta forma, América Latina no solo podrá mitigar el impacto de los nuevos aranceles, sino también posicionarse como una región clave en la reconfiguración del comercio internacional. 

En JAH Insurance Brokers, acompañamos a exportadores e importadores a enfrentar este tipo de disrupciones mediante soluciones especializadas en seguros de carga internacional.  

Recomendamos:

  • Evaluar nuevos mercados y clientes potenciales dentro de EE.UU. 
     
  • Revisar y ajustar pólizas de seguro para incluir desvíos, cambios de ruta o plazos extendidos. 
     
  • Anticipar riesgos logísticos ante una posible sobrecarga de demanda. 
     

En el contexto del comercio internacional donde encontramos constantes cambios, contar con asesoría experta y protección aseguradora es clave para aprovechar las oportunidades que surgen incluso en escenarios adversos. 

¿Tu cobertura está preparada para enfrentar cambios arancelarios y aprovechar nuevas rutas comerciales? En JAH Insurance Brokers estamos listos para ayudarte a transformar el riesgo en ventaja competitiva. 

Durante la última semana, las tarifas de transporte en las principales rutas marítimas disminuyeron un 4%, según el World Container Index (WCI) de Drewry. El índice se ubicó en USD 2.264 por contenedor de 40 pies, marcando una baja relevante frente a las semanas anteriores. Esta tendencia ofrece cierto alivio a los costos logísticos de importadores y exportadores, especialmente en mercados sensibles al precio del flete.

A pesar de la baja, las tarifas actuales siguen siendo un 59% más altas que el promedio prepandemia de 2019, que era de USD 1.420, aunque también están 78% por debajo del pico máximo alcanzado en septiembre de 2021, cuando superaron los USD 10.000 por contenedor. Estos datos confirman que, si bien el mercado ha retrocedido desde los niveles críticos de la pandemia, los costos aún no se estabilizan del todo.

Rutas clave como Shanghái – Los Ángeles y Shanghái – Nueva York también registraron descensos notables del 9% y 7% respectivamente, situándose en USD 2.658 y USD 3.774 por contenedor. Drewry anticipa que esta tendencia a la baja continuará moderadamente en las próximas semanas, lo cual representa una oportunidad y a la vez un riesgo que las empresas deben considerar en su planificación logística y de seguros.

¿Qué significa esta caída de tarifas para tu logística y tus seguros de carga?

La reducción de tarifas marítimas puede parecer una buena noticia, pero también representa retos clave para la logística internacional y la gestión de riesgos asociados al transporte de mercancías. A continuación, te explicamos cómo puede impactar en tu operación:

1. Oportunidad de ahorro, pero con riesgos ocultos

Con tarifas más bajas, muchas empresas deciden acelerar sus embarques o aumentar volúmenes, lo cual puede generar mayor presión en las cadenas logísticas, saturación de operaciones y aumento de errores en manipulación, documentación o cumplimiento de tiempos. Estos factores incrementan el riesgo de daños, pérdidas o retrasos en la entrega.

2. Importancia de mantener tu seguro de carga activo

En un entorno de tarifas variables, no asegurar tu carga puede ser un error costoso. Si bien estás pagando menos por el flete, un siniestro puede representar una pérdida mucho mayor. Por eso, el seguro de carga sigue siendo indispensable, ya que te protege ante incidentes como colisión del buque, robo, daños por agua, manipulación incorrecta, demoras y rotura de cadena de frío, entre otros.

3. Ajuste de cobertura a nuevas condiciones logísticas

Las empresas deben revisar si su seguro actual está alineado con la nueva dinámica logística. Por ejemplo, si los tiempos de tránsito se acortan, los puntos de transbordo cambian o el tipo de transporte varía, es fundamental que tu póliza esté actualizada para cubrir los riesgos reales de cada operación.

Conclusión: Menor tarifa no significa menor riesgo

La caída en los precios del transporte marítimo puede reducir costos operativos, pero no elimina los riesgos logísticos. Asegurar tu carga sigue siendo una necesidad estratégica para garantizar la continuidad de tu negocio, la protección de tu mercancía y la confianza de tus clientes.

Aprovecha las oportunidades del mercado, pero sin bajar la guardia. Mantén tu logística protegida.

Fuente:

PortalPortuario.cl. Tarifas en principales rutas marítimas caen 4% durante última semana. https://portalportuario.cl/tarifas-en-principales-rutas-maritimas-caen-4-durante-ultima-semana-3